Cuidar el agua, ahorrar energía, plantar un árbol, hacer compostaje, realizar limpieza de nuestro entorno y preferir caminar o andar en bicicleta son solo algunas de las pequeñas, pero significativas acciones que podemos hacer para vivir más sustentable.

Hace ya varias décadas, específicamente en 1974, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 05 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente. Desde entonces, en todos los rincones del mundo se utiliza esta fecha para concientizar sobre la importancia de nuestro entorno e impulsar acciones que contribuyan a mejorar la salud del planeta tierra. 

Para este 2021 la conmemoración se realizará teniendo como país anfitrión a Pakistán y con un motivo/objetivo definido: la restauración de nuestros ecosistemas para el 2030. 

Es decir, este Día Mundial del Medio Ambiente estará dedicado no solo a concientizar sobre los daños que nuestras acciones producen al planeta, sino también a promover cambios que permitan preservar y recuperar tanta naturaleza como sea posible en un plazo de 10 años.

Lo anterior, teniendo en mente que el acelerado y continuo deterioro de nuestros ecosistemas pronto se volverá irreversible, lo que implicaría un colapso de la vida como la conocemos por la escasez de recursos como agua, alimentos, madera, entre otros. 

Considerando esto, es claro que el momento de actuar es hoy y ahora. Por ello, en esta versión del Día Mundial del Medio Ambiente la ONU se encuentra promoviendo la campaña #GeneraciónRestauración, con la que invitan a cambiar nuestros hábitos y volvernos más sustentables para aportar al cuidado y preservación de la naturaleza y sus recursos. 

Así, con el esfuerzo de todos, sería posible satisfacer nuestras necesidades sin perjudicar las de las futuras generaciones. A continuación, dejamos algunas simples y pequeñas acciones que todos y todas podemos realizar para volvernos un poco más sustentables:

Cuidar el agua: podemos tomar duchas más cortas, optimizar el uso de agua para riego de plantas, cortar el agua mientras lavamos la loza y también cuando cepillamos nuestros dientes, entre otros. Esto para poder reducir nuestro consumo de agua dulce, lo que a largo plazo significa un aporte en la preservación de este vital recurso. 

Ahorrar energía: en nuestro hogar, es importante aprovechar lo más posible la luz natural, apagar las luces al salir de una habitación o desconectar aparatos electrónicos cuando estos no se están utilizando. Otra gran opción es optar por iluminación de bajo consumo (focos, ampolletas, etc), lo que significa un importante ahorro energético y también monetario. 

Plantar un árbol: los árboles son un gran aliado del ser humano- en varios ámbitos- por lo que debemos cuidarlos y hacer lo posible porque existan más. Estas formas de vida son proveedores de sombra y oxígeno, purifican el aire que respiramos, mantienen limpios los ríos, reducen nuestra huella de carbono, favorecen la fertilización de los suelos e incluso embellecen nuestro entorno, por lo que plantar un árbol solo puede traernos beneficios. 

Compostar: mucha de la basura que generamos es orgánica, por lo que una buena opción para aprovechar estos residuos, es el compostaje. Este es un proceso busca generar  abono o fertilizante natural, mejorando la calidad de los suelos y además, evitando una gran cantidad de desechos en rellenos sanitarios.

Preferir el uso de bicicleta o caminar: el uso de vehículos motorizados contribuye mucho a la contaminación del aire, por lo que idealmente debemos privilegiar el uso de bicicleta o simplemente caminar, sobre todo cuando las distancias son cortas. En caso que esto no sea una opción, entonces idealmente deberíamos preferir el transporte público, para así disminuir la cantidad de automóviles contaminando. 

Limpieza del entorno: recoger tanto la basura que nosotros mismos generamos, como aquellos residuos que encontramos tirados en la calle, bosques, ríos o costas, puede ayudar a la preservación de ecosistemas y la vida que los habita. Es cuestión de tomarse un momento, ser consciente de lo que nos rodea y actuar, en lugar de ser meros espectadores que con su pasividad, aportan al deterioro de nuestra naturaleza. 

Con estos sencillos tips, podemos iniciar el camino hacia una vida más sustentable y amigable con el medio ambiente. Así, este 5 de junio es la oportunidad ideal para reflexionar y ser más conscientes de la importancia que tienen nuestra naturaleza y sus recursos, que son limitados y deben ser debidamente apreciados.  

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