El 17 de mayo, en prácticamente todos los países del mundo se celebra el Día Internacional del Reciclaje, una fecha destinada a generar conciencia y reflexión sobre el impacto que el ser humano produce al medioambiente, además de impulsar acciones que contribuyan a la preservación y restauración del ecosistema que habitamos.

Y es que, más allá del sentido moral y poético sobre el cuidado a nuestro planeta, lo cierto es que la protección del medio ambiente es una necesidad para el bienestar de la humanidad. 

Durante el último tiempo hemos sido testigos de incendios que consumen importantes pulmones verdes, grandes inundaciones, terribles sequías, tornados devastadores, peligrosas tormentas e incluso la pandemia por Covid-19 que nos afecta hoy en día, todas son catástrofes que, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), de una u otra forma se encuentran ligadas al comportamiento humano.

Así, con los significativos cambios climáticos y las catástrofes ligadas al-mal- comportamiento del hombre, la protección y restauración del planeta es un tema obligado. Sobre todo, esta fecha hace que nos preguntemos si en verdad aportamos y qué avances hemos tenido en materia ambiental.

Al respecto, una de las últimas incorporaciones relevantes para el cuidado ambiental en nuestro país es la Ley 20.920 para la gestión de residuos, conocida como Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP), que fue publicada en el año 2016.

Dicha Ley se encarga de exigir a productores o importadores de productos prioritarios que se hagan cargo de los residuos que generan. Entre los materiales considerados se encuentran aceites lubricantes, electrónicos, baterías, pilas, envases, embalajes y neumáticos, logrando que estos sean recolectados y valorizados. 

Según consigna el portal web de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, algunos de los principios a los que se apega la Ley REP son : 

El que contamina paga: el generador de un residuo es responsable de éste, así como de internalizar los costos y las externalidades negativas asociados a su manejo.

Gradualismo: Las obligaciones para prevenir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización serán establecidas o exigidas de manera progresiva, atendiendo a la cantidad y peligrosidad de los residuos, las tecnologías disponibles, el impacto económico y social y la situación geográfica, entre otros.

Inclusión: Conjunto de mecanismos e instrumentos de capacitación, financiación y formalización orientados a posibilitar la integración plena de los recicladores de base en la gestión de los residuos, incluidos los sistemas de gestión en el marco de la responsabilidad extendida del productor.

Jerarquía en el manejo de residuos: Orden de preferencia de manejo, que considera como primera alternativa la prevención en la generación de residuos, luego la reutilización, el reciclaje de los mismos o de uno o más de sus componentes y la valorización energética de los residuos, total o parcial, dejando como última alternativa su eliminación, acorde al desarrollo de instrumentos legales, reglamentarios y económicos pertinentes.

 Participativo: La educación, opinión y el involucramiento de la comunidad son necesarios para prevenir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización.

Precautorio: la falta de certeza científica no podrá invocarse para dejar de implementar las medidas necesarias para disminuir el riesgo de daños para el medio ambiente y la salud humana derivado del manejo de residuos.

Preventivo: Conjunto de acciones o medidas que se reflejan en cambios en los hábitos en el uso de insumos y materias primas utilizadas en procesos productivos, diseño o en modificaciones en dichos procesos, así como en el consumo, destinadas a evitar la generación de residuos, la reducción en cantidad o la peligrosidad de los mismos.

Responsabilidad del generador de un residuo: El generador de un residuo es responsable de éste, desde su generación hasta su valorización o eliminación, en conformidad a la ley.

Transparencia y publicidad: La gestión de residuos se efectuará con transparencia, de manera que la comunidad pueda acceder a la información relevante sobre la materia.

Trazabilidad: Conjunto de procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer las cantidades, ubicación y trayectoria de un residuo o lote de residuos a lo largo de la cadena de manejo.

De esta forma, la normativa REP previene y/o disminuye el impacto que las grandes empresas tienen en el medio ambiente y las obliga a tomar responsabilidad de sus acciones, además de funcionar como base para futuras estrategias y políticas públicas de cuidado medioambiental.

¿Cómo aportar desde nuestra vereda?

Es sabido que las grandes industrias son las principales contaminantes del planeta, dado su excesivo consumo de recursos a la hora de producir y la alta cantidad de residuos que generan sus sistemas de trabajo. Aún así, esto no deja exentos de responsabilidad a cada uno de nosotros y nosotras, pues todos contribuimos al deterioro de nuestro ecosistema.  

Los seres humanos generamos increíbles cantidades de basura, sin siquiera darnos cuenta. Según el Ministerio del Medio Ambiente, cada chileno produce un promedio de 8.1 millones de toneladas de basura en tan solo un año. Además de lo anterior, las cifras indican que el reciclaje domiciliario alcanza apenas un 1%, lo que significa que la mayoría de los residuos generados en casa son simplemente desechados, acumulándose en vertederos o rellenos.

El problema con ello, es que tales cantidades de basura reunida en un solo lugar genera  contaminación y aporta en la proliferación de enfermedades o infecciones. También, implica un abuso de los recursos y materias primas, las cuales son finitas y en algún momento desaparecerán debido al consumo excesivo. 

Esto podría ser fácilmente evitado si cada persona tomara conciencia de sus actos y decidiera cambiar sus hábitos, porque si, hay acciones que pueden realizarse desde la comodidad de la casa y un mínimo de esfuerzo. Para quienes deseen comenzar con una rutina más sustentable desde hoy, existe la regla de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar

Reducir se trata de consumir menos y generar la menor cantidad de basura posible, por ejemplo, evitando los productos demasiado envasados o aprovechando los desechos orgánicos para compostaje. En cuanto a reutilizar, esto se refiere a darle una segunda vida a las cosas. Muchos de los productos que consumimos tienen más usos de los que pensamos, por lo que solo es cuestión de ser ingenioso y aprovechar al máximo las posibilidades. Reciclar es el paso para aquellos productos cuya vida útil ya no puede alargarse más. La clave es simplemente separar los residuos según su material y luego llevarlo a los contenedores correspondientes.

En Chile, por ejemplo, existe una normativa de colores que ayuda a entender cómo reciclar nuestros residuos. Azul para papel y cartón, amarillo para el plástico, verde corresponde al vidrio, gris para latas y metales, beige se utiliza en el reciclaje de cartón para bebidas, el burdeo representa los residuos eléctricos y electrónicos, el color rojo se usa para residuos peligrosos (baterías, aceites minerales, medicamentos) y el color café representa la materia orgánica (residuos de poda y jardín, residuos de alimentos).

Así, con acciones simples y personales, es posible generar un cambio y evitar que nuestro medio ambiente se deteriore aún más. Reducir, reutilizar y reciclar evita el abuso de los recursos, disminuye la cantidad de basura que cada persona genera e incita a las grandes industrias a cambiar su manera de producir, pues muchos de los cambios relevantes nacen de los movimientos sociales y la presión ciudadana. 

Sobretodo, sumarse a la creciente tendencia del reciclaje es una manera de convivir armónicamente con lo que el planeta nos entrega y respetar a las futuras generaciones, que merecen un planeta limpio y sustentable para vivir.

Yungay comprometido con el medio ambiente

La crisis sanitaria que ha golpeado a Chile y el mundo, obligó a casi todos a confinarse en sus hogares, lo que inevitablemente aumentó la cantidad de residuos que generamos. Yungay no es la excepción, por lo que es necesario disminuir los desechos y aprovechar al máximo aquello que pueda volver a usarse. 

Por esto y con motivo del “Mes del reciclaje”, la Municipalidad de Yungay ha realizado 2 campañas de reciclaje de electrónicos, electrodomésticos y baterías de autos durante el mes de mayo de este año. Dicha iniciativa busca disminuir la cantidad de residuos que son abandonados en bosques o sitios eriazos, además de ayudar a la comunidad a deshacerse de aquello que ya no utiliza. 

La primera actividad se realizó el día jueves 6 de mayo, con recorrido por Campanario y alrededores. En la ocasión, se logró llenar un camión completo con residuos, lo que significa aproximadamente 1 tonelada deshechos. En tanto, el día 13 de mayo se realizó otro recorrido, esta vez por Yungay y alrededores.

Así, la “Campaña de reciclaje de electrónicos, electrodomésticos y baterías de autos” fue un verdadero éxito, demostrando que el trabajo conjunto del municipio y la comunidad, puede llevarnos a un Yungay mucho más limpio y sustentable, que impacte positivamente en el medioambiente y adopte una responsabilidad con el mismo. 

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